martes, 29 de junio de 2010

LOS PEDAGOGOS DESPRECIAN LOS RESULTADOS




Un breve artículo de Gregorio Luri en DESEDUCATIVOS se limita a hacer constar ciertos datos objetivos y rigurosos sobre la educación en España, confirmados por estudios oficiales y que no son ni un juicio de valor ni una opinión. Claro que estos datos ponen de manifiesto los resultados de la enseñanza en España, no el proceso ni el método. Son los hechos crudos. Para la secta no valen: es resultadismo, dicen los más talibanes. La actitud de los pedagogos oficiales de rechazar los resultados es de una deshonestidad intelectual pavorosa.

La validez de toda iniciativa humana de carácter material se mide por sus resultados. Por supuesto, las políticas de cualquier clase, las ideologías devenidas en programas máximos o mínimos hemos de juzgarlos por sus efectos.

¿A alguien se le ocurre que si se propusiera una nueva forma de explotación agraria, o de modificación de la productividad en el ámbito laboral, o de política de ventas en una empresa privada y los resultados fueran como los de la logse-loe, que se pudiera mantener ni por un minuto más esa forma de proceder?


Los resultados son la única forma de evaluar un sistema educativo en su conjunto. Como ciertos inventos pedagógicos han cosechado resultados nefastos, nos dicen que tenemos que hablar de otras cosas. Que son inverificables, por tanto, carentes del más mínimo rigor científico.

Hace muchos años escuché en una charla al antiguo director general de Enseñanzas Medias del MEC que a su reforma (la unificación del ciclo 12-16 de principios de los años 80), prólogo de lo que vino después, se iba a evaluar mediante un método hipotético-deductivo. Muy didáctica y sugestivamente nos comentaba que se partiría de unas hipótesis sobre el funcionamiento del sistema, que se comprobarían en la práctica de las aulas. Y de esa forma, las hipótesis quedaban confirmadas o falsadas, generalizando lo que funcionara y descartando el resto. Dejando aparte que la reforma promovida por José Segovia no era tan cutre como la LOGSE , aunque estaba impregnada de principios muy parecidos, lo que no hemos visto nunca es que se haya hecho un análisis de si funcionaban o no las geniales hipótesis.

Y ahora los talibanes de la pedagogía hablan de “resultadismo”. ¿Cómo quieren que se valoren las políticas educativas? ¿Qué otros parámetros mejores que los resultados? ¿Qué otros criterios que los puros datos, que contradicen las hipótesis, cuando no ya sus credos inamovibles?


Se pueden refugiar en sus dogmas o en su retórica barata, pero el discurso de la pedagogía oficial, contrastado con los hechos reales y probados, lo único que demuestra es que los tópicos y estereotipos del canon didáctico son inconsistentes y representan una superchería.

Y luego hablarán de las "ciencias de la educación", aunque ahora esta expresión esté un poco pasada de moda. Lo que no impide que sigan considerando su actividad como una “ciencia”.

1 comentario:

  1. Y para más inri, Mariano, no hay nadie más rsdultadista que el búnker pedagógico, que persigue el aprobado (que para ellos es el único resultado que importa) a cualquier precio y con cualquier método, muy especialmente y cada vez con más virulencia, la presión sobre el profesor. Que la gente que se ha cargado la enseñanza en una persecución demencial del aprobado llame a los demás resultadistas es una muestra más de que hace ya tiempo que han perdido la vergüenza y la compostura, si es que las tuvieron alguna vez.

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