domingo, 23 de junio de 2013

En la muerte de Javier Tomeo



Tomeo


   Uno de los narradores más originales, deslumbrantes y audaces de nuestra narrativa actual acaba de irse.

   Durante tantos años de modas excluyentes y literaturas oficiales, cuando el compromiso y las nuevas preceptivas experimentales y ´socialrealistas´ marcaban la línea divisoria entre la literatura consagrada y la no tomada en consideración, Tomeo permaneció olvidado o escasamente apreciado tanto por la crítica literaria establecida como por los departamentos universitarios. De hecho, algunas de sus obras de los 70 fueron reeditadas tras años y años de ignorancia. Fue en las últimas décadas cuando Javier Tomeo, no muy integrado en los círculos literarios, obtuvo el reconocimiento y sobre todo la difusión que una obra de la calidad de la suya se merecía. Curiosamente, es uno de los autores españoles más traducidos.

   El castillo de la carta cifrada es uno de los más increíbles ejercicios de estilo que se ha escrito en nuestras letras recientes. Amado monstruo es igualmente una novela provocadora, transgresora y poderosa que ha perturbado y complacido a un importante número de lectores.

  El discutido testamento de Gaston de Puiparlier, menos conocida, con un humor original y que serviría como ilustración de la coralidad múltiple de un relato que puede ser ameno sin perder por ello calidad.   

   Un escritor inquietante, ucrónico, auténtico, una prosa directa, agresiva, contundente y de trazos nada retóricos… Un individuo único, raro, con una biografía también polifacética, variopinta…. Una lectura siempre recomendable…


   La República literaria incorpora pese a todo a un escritor tan individualista y singular que nos deja una obra bastante atemporal en sus referencias sociohistóricas, pero representativa de los escritores que seguramente pervivirán.

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