Vaya por
delante que el juicio que me merecen los que gobiernan en estos días grises
España y Europa no lo voy a expresar con las palabras que me pide el cuerpo
para que no pueda decirse de quien esto escribe que ha perdido la educación al
hablar de los problemas de la instrucción pública de su país. El gobierno del
PP ha aprovechado la coyuntura interna y externa para llevar a cabo el programa
máximo de la derecha más cavernícola y montaraz. Representa un serio peligro
para el mantenimiento de unos mínimos derechos sociales y colectivos en una
sociedad civilizada y ha roto las reglas del juego que se pactaron durante la
transición política. Por si fuera poco, es difícil encontrar una sola
institución sana, no corrompida y no susceptible de una transformación radical, en el sentido más
etimológico de este término
Con
estas breves consideraciones sobre la terrible coyuntura –¿o nuevo régimen?-
que sufrimos deseo alejar la más mínima sombre de duda sobre los motivos por
los que rechazo sin ambages la huelguita por un día a la que nos llaman quienes
se tienen a sí mismos como guardianes de las esencias. Los convocantes de la
jornada huelguística son, sin duda, unos dinosaurios que ofrecen una notable
resistencia a ser una especie en vías de extinción, con lo bien que le vendría
a la higiene mental de este país. Los mismos que jamás protestaron contra la
LOGSE, ley que hundió la enseñanza pública hasta los niveles más miserables de
la historia, los mismos que han sido el núcleo duro de un búnker pedagógico
responsable de convertir el sistema educativo en un erial lleno de
analfabetismo y degradación de la función docente, los que han apoyado que en
la práctica sea la enseñanza privada casi la única en la que un ciudadano pueda
recibir una formación para competir en una sociedad tan dura y deshumanizada
como ésta, ahora, precisamente ahora, levantan las banderas al viento y
convocan una jornada de lucha, huelga por un día incluida, en la que mezclan
todos los fantasmas interiores y exteriores exorcizables para así ganar más
adeptos y generar más confusión. Las cualidades que no tuvieron para la
decencia intelectual y el verdadero compromiso con la calidad de los servicios
públicos no les faltan en el arte del agit-prop, donde es justo reconocerlo,
siempre dieron muestras de una maestría sin igual.
De esta
manera, llevan logrando desde finales de 2011 que el mundo de la docencia viva
una disyuntiva excluyente de la que no hay salida ni tercera opción ni más
elección dentro del dilema simple y maniqueo. O estás de acuerdo con los
recortes, la destrucción cuantitativa de la enseñanza y más ayudas a la
concertada o te adhieres a los que han sido los mandarines de la educación
desde que perpetraron la LOGSE y se dedicaron a extender la estulticie
posmoderna y a destruir la tradición educativa española que se remontaba a la
Ilustración y a las luces. O sea, o destrucción cuantitativa o destrucción
cualitativa. La jornada de mañana 9 de mayo no se puede interpretar de otra
manera que como un pulso más por parte del núcleo duro que ha mandado en la
enseñanza en España y ha infectado casi todas las esferas de poder educativo
influyente, desde los medios de comunicación afines, la burocracia sindical, la
casta pedagógica, los paniaguados del clientelismo, amplios sectores de la
Inspección y de la Administración... Un pulso para no perder influencia, para
ser la alternativa, para resucitar y dar un nuevo contenido a su rancio y
desgastado discurso.
El
guión de lo que pasará mañana ya está escrito: los convocantes inflarán las
cifras, el ministerio las minimizará. El día pasará sin pena ni gloria y su
incidencia será nula, si exceptuamos el puñado de personas se que sentirán
representadas por las organizaciones movilizadoras como esperanza frente a las
agresiones del poder.
Un
ejemplo patético de demagogia, confusión, corporativismo y cierto cacao mental
lo tenemos en este manifiesto de profesores de
CCOO de la EOI Jesús Maestro de Madrid, pese a la falta de
membretes y logotipos. Entre col y col, lechuga. Siempre ha sido una táctica
pecera mezclar temas no relacionados, presentarse con máscaras, travestirse,
camuflarse o confundirse entre la multitud. Da igual, son los que son y huelen
a la legua. Por otro lado, no faltan en todos sus panfletos y comunicados los
argumentos reaccionarios ya conocidos de los pedagogos a la violeta, como
oponerse a todo lo que sean evaluaciones externas del sistema. Simplemente,
porque no quieren que se pueda evidenciar que los resultados del actual modelo
educativo son calamitosos.
La
LOMCE recuerda mucho a la LOCE de Pilar del Castillo. Y si peca de algo es de
mantener el mismo paradigma educativo que la LOGSE-LOE: cuatro años de
secundaria comprensiva y dos años de bachillerato ridículo y vacío. La LOMCE
introduce algún elemento de exigencia, aunque está también impregnada del
tecnocratismo de los opusdeístas del 70, pues es especialmente nefasta con las
lenguas clásicas y la filosofía. Sin embargo, a los pedagogos dogmáticos la ley
Wert no les gusta, primero porque siendo la educación su cortijo no la han
hecho ellos y además porque no repite el mismo discurso pedagógico de la
LOGSE-LOE, lo cual no la hace, en términos generales, una ley peor ni justifica
un análisis tan catastrofista y dramático como el que los propagandistas lucen
de forma tan desmedida e hiperbólica.
Otra
cosa son los recortes. Hay que recordar que fue Zapatero quien en mayo de 2010
aplicó de forma unilateral y sumisa a los dictados de la oligarquía financiera
europea los primeros tijeretazos antisociales, de especial severidad. Y también
conviene subrayar que los nefastos y antisociales recortes han sido posibles
estando en vigor la LOGSE y la LOE, por lo que carece de sentido establecer una
relación de causa-efecto entre la LOMCE, los recortes educativos y la privatización
de la enseñanza. Esta última en el ámbito escolar se vio favorecida por los dos
años de concertada que les regalaron quienes hicieron las reformas educativas
de principios de los 90 y por la degradación de los institutos públicos, lo que
echó a las clases medias en manos de la privada y la concertada. Es preciso un
debate educativo con seriedad, con participación, erradicando y descabalgando
las dañinas burocracias sindicales, que han terminado fagocitando la marea
verde, movimiento de resistencia que si al principio podía ser una respuesta
autónoma, espontánea y fresca a la brutalidad de los hachazos del PP en el
servicio público de la educación, ha terminado convirtiéndose en un circo naïf
profeflauta, de estética ñoña y discurso muy flojo, totalmente teledirigido por
CCOO y que da una imagen lumpen y cutre del profesorado, que es justamente lo
que busca el gobierno del PP de Madrid en su deliberada y alevosa estrategia de
descrédito de la docencia y de los docentes.
Que a
las mareas se sumen presuntos padres de alumnos, muchos son burócratas de las
confederaciones de padres cuyos hijos terminaron la escuela tiempo ha,
partidarios de que en los colegios e institutos públicos se deje de dar clase,
es sencillamente un disparate. No reparan que todas estas horas perdidas son un
argumento más para que los pocos padres de la clase media que llevan a sus
hijos a la pública desistan definitivamente de su voluntad.
Los
convocantes de la épica –o tragicómica- jornada de lucha, huelga y movilización
de mañana, envueltos en la estética verde infantilizante y proletarizadora,
jamás han asumido sus responsabilidades ni se han dado por aludidos por su
culpa en el desastre educativo. Desastre que negaron en su manifiesto NO ES
VERDAD, prueba fehaciente de que todos los discursos de todos los aparatos
terminan degenerando en una ficción que compran los más indocumentados o quizá
los desesperados que no tienen otro clavo ardiendo al que agarrarse. La adversa
coyuntura y el salvajismo predador de la derecha sin complejos han dado nuevas
alas a los popes ya añejos y veteranos que habían caído en el descrédito, la
rutina y la apatía ante la indiferencia general. Que ahora reclamen, aunque sea
subrepticiamente, una cuota de representatividad, legitimidad o futuro no deja
de ser inquietante. Por eso, que conmigo que no cuenten.
Muy razonable y bien razonado, Mariano. Resalto algunas cosas:
ResponderEliminar-Si teníamos que rebelarnos contra las malas leyes, ¿por qué no nos hemos rebleado contra la LOGSE y la LOE en su 20 añitos?
-Algunos como CCOO y UGT tienen un lamentable currículum oculto: hablan de acabar con la concertada y luego tienen secciones de concertada, por no hablar de los años que llevan pactando acuerdos en este sector.
-Lo bueno que tuvo la marea verde se lo cargaron ellos dejándola morir. Hace tiempo que convocan huelgas solo con el propósito deliberado de no ganarlas.
-¿Cuándo van a dejar de manipular al profesorado en su beneficio propio? Esta huelga es solo para defender su chollete, es decir, la LOE. No les molesta por las torvas intenciones del PP, con las que han convivido durante años, sino por esto.
Son las mismas preguntas que nos hacemos algunos:
Eliminar- no ha habido protestas contra la LOGSE ni contra la LOE, al contrario.
- la concertada es sencillamente intocable.
Por no hablar de la elección del director ni de otros argumentos demagógicos.
Lo más feo de este asunto es que no dejan espacios para los que no son PP ni búnker pedagógico.
Eso último es la mayor aberración, pero tampoco son extrañas las aberraciones en un país que ha estado secuestrado por una clase política, un poder económico y unos aliados (prensa, sindicatos, asociaciones empresariales, iglesia...) corruptos y aberrantes. Sabes que mi principal motivo para no ir a esta huelga fue que no estaba dispuesto a que mi rechazo de los abusos del PP se manipulara como un apoyo a lo que hay ahora. El logsianismo muy pronto acabó manipulando en este sentido las protestas del curso pasado, bien que con la inestimable colaboración de las agresiones e injurias al profesorado del PP. Pero insisto: es deplorable la demagogia de esta convocatoria: decir que la LOMCE anulará los claustros o hará que la elección de los directores esté en poder de la Administración es jugar muy sucio, porque eso está sucediendo ya. Sinceramente, no me explico cómo la gente se sigue dejando manipular de este modo.
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