sábado, 21 de febrero de 2015

NOCHES DE CARNAVAL EN EL PSM

NOCHES DE CARNAVAL EN EL PSM

En España siempre es carnaval
                        Ramón María del Valle-Inclán

Como en Madrid el carnaval nunca ha tenido demasiada tradición, en comparación con Cádiz o Tenerife, este año el PSM ha querido contribuir a la fiesta con sus particulares chirigotas, disfraces y chanzas, para alegrar la vida a los sufridos habitantes de la capital del reino.

CUADRO 1. Tomás Gómez y Pedro Sánchez discuten acaloradamente.

Aún no ha sonado la traca, pero algunos ya se barruntan que Míster Próper y el Invictus han roto su idilio y el federal trata de convencer sin éxito al madrileño de la conveniencia de hacer mutis por el foro. Los guasones son, sin duda, iniciados que saben lo que va a pasar pocas horas después.

(Una chirigota carnavalesca matritense. Un fantoche, disfrazado de Tomás Gómez y otro, de Pedro Sánchez, escenifican un diálogo a base de pareados chuscos.)

PS- Tomás, ¿por qué no te vas?
TG- Yo no estoy nombrado a dedo y yo aquí me quedo.

PS- Estoy leyendo un sondeo que pinta todo muy feo.
TG- Lo que diga el grupo PRISA a mí me da mucha risa.

TG- Jo, Pedro, que te has passao, si yo no estoy ni imputao.
PS- La movida del tranvía puede estallar cualquier día.

TG- Movilizaré a mis masas y ya verás lo que pasa.
PS- Pues yo llamo a Rubalcaba, que la daga te la clava.

PS- Si Madrid no colabora, pronto llegará tu hora.
TG- Si das un golpe de mano, quedarás como un tirano.

TG- Guste o no al aparato, sigo siendo el candidato.
PS- El señor te lo dio, el señor te lo quitó.

TG- No me seas tan canalla, yo pienso dar la batalla.
PS- Si hubieras colaborado, algo te habríamos dado.

PS- Tomás, ¿por qué no te vas?
TG- Me quieren quitar el cargo, yo no me largo.

Se van, danzando, al tiempo que una charanga etílica los sigue palmeando, mientras van exhibiendo sus risotadas…

CUADRO 2. Ferraz da el golpe. ¡No pasarán!

Martes, 10 de febrero

Premonición
Un narrador trasnochador y madrugador, algo iluminado, mira hacia la sede de Callao y recita unos conocidos versos de su célebre autor, que ha trabucado y cambiado traicioneramente.


Voces de muerte sonaron
En la villa de Madrid,
Voces que auguran la sangre
De quien pronto va a morir.
Le clavó sobre la espalda
Un agudo bisturí.
En la lucha daba gritos
Como un tremendo mastín.
Pero eran los federales
Y no pudo resistir.

El día se levanta tranquilo y sin noticias que presagien los sobresaltos que se van a vivir durante toda la semana. De pronto, llega el notición: a media mañana se escucha por la radio el bando del general Sánchez en virtud del cual se disuelve la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Madrid y se destituye a su secretario general, Tomás Gómez.

-          Pon la radio.
-          Sólo han mencionado el bando del general Sánchez. Hay todavía confusión. Hablan de cese y de expulsión.
-          ¡No jodas!
-          Pues conéctate a la página web del partido.
-          No se oye más que música clásica y cada media hora leen el mismo bando del general Sánchez.
-          ¡A las barricadas! ¡A Callao! ¡No pasarán!
-          Ya lo decía Negrín: ¡Resistir es vencer!



Un Tomás Gómez fuera de sí llama a su secretaria, entre descompuesto e indignado.

Dile a Carmona que venga,
Que no quiero ver la carta
Del cese sobre la mesa,
Que venga, dile que venga.

El defenestrado Tomás Gómez, acompañado de sus leales, con semblante serio y lacrimoso, llama al heroico pueblo de Madrid a no ceder ante la imposición y a combatir al ilegítimo ejército golpista.

Los conjurados se enfervorizan entre gemidos y aplausos y aclaman a Tomás Gómez, quien aparece en la histórica escena, acompañado de un nutrido grupo de seguidores, entre los que vemos al candidato a la alcaldía de la villa, el ilustre tertuliano Antonio Carmona, quien no duda en manifestarle su amistad y en acompañarlo en momentos tan duros e ignominiosos para el despuesto líder madrileño.

¡Vivan los candidatos! ¡Hala, Madrid!
¡Que se besen, que se besen, que se besen!

  [Un gracioso, que se ha fumado cinco porros mañaneros, escéptico ante la escena]:

Y es que Judas cuando besa
Es que besa de verdad.
Por eso a él no le interesa
Besar por deslealtad.

Los leales prometen lucha sin cuartel y no se resignan. Quieren hacerse fuertes en Callao, en las agrupaciones leales, en los medios que los escuchen, en la calle…

-          ¡Madrid, qué bien resistes, Madrid qué bien resistes, Madrid qué bien resistes, mamita mía, los bombardeos, los bombardeos!

   Mientras, la televisión empieza a hacerse eco de la gran noticia del día. El general Sánchez, ausente de la capital del reino, no aparece para dar explicaciones de lo ocurrido. En su lugar es su edecán Luena, siempre tan morigerado y melindroso, el que comenta la primera nota oficial que da cuenta de la draconiana decisión adoptada por el general secretario, con explicaciones algo confusas y vagas sobre encuestas, presuntas irregularidades, incierto futuro electoral…

Los congregados en Callao discuten qué acciones pueden llevar a cabo para organizar una resistencia numantina que haga frente al golpe de mano de los federales.

  Varias ideas se les ocurren a los leales, a partir de ahora rebeldes. Una es ir a la sede de Ferraz a plantarse:

-          Ya estás frente a la sede, ¿y ahora qué vas a hacer? No lo sé, señá Rita, se lo aseguro a usted. (Descartan esta opción, que es más de la verbena de la Paloma que de carnaval, aunque aquella sea muy castiza y madrileña).

Finalmente, optan por un escrache a las siete de la tarde en el edificio de Ferraz.

Un grupo de comparsas y chirigotas acude con ímpetu a tomar la sede central del PSOE ante una inmensa nube de ávidos reporteros gráficos, que asisten asombrados, entre jocosos y avergonzados, al insólito espectáculo.

En la calle de Ferraz pancartas, gritos y consignas escenifican una concentración espontánea no autorizada, que provoca el alborozo de la delegada del gobierno, quien decide por una vez no intervenir, reprimir ni prohibir al ser un asunto interno de otro partido y dado el carácter carnavalesco de la minimanifestación.

-          ¡Pedro dimisión! ¡Dejadnos entrar!

Las cámaras de televisión inmortalizan la grotesca escena de los airados seguidores del depuesto Tomás Gómez forcejeando con los seguratas de la puerta para tomar el palacio de invierno. Tras un escarceo, más tragicómico que efectivo, el escrache termina sin más consecuencias. Finalmente, los alborotadores se dispersan y vuelven a sus casas desahogados, pero dispuestos a seguir la lucha.

-          Esto no termina aquí.

Los viandantes se asombran de una de las farsas carnavalescas más bochornosas pero también más originales que se recuerdan.

CUADRO 3. Ya hemos pasao

Miércoles, 11 de febrero.

A primera hora de la mañana, sin previo aviso, siguiendo el dictat de la autoridad federal, una unidad de disciplinados seguratas, adscritos a la sede nacional del PSOE, se dirige a pie desde la calle de Ferraz hasta el edificio del PSM.

Con aire marcial pero sereno las tropas federales se disponen a ejecutar las órdenes del alto mando y toman posiciones en la sede de la plaza de Callao, cerrando el paso a los posibles insurgentes que osaren desobedecer las drásticas instrucciones del bando del general Sánchez.

No viene el cese con el motorista del Pardo, ni en coche oficial ni en blindados que ocupen la Gran Vía desde la Plaza de España, ni mucho menos en tranvía desde Parla; vienen los seguratas a pie, casi de incógnito… y los ceses de los empleados de Callao llegan por burofax… La modernidad ha sustituido al caballo de Pavía y al autobús de picoletos de Tejero por el wassap, el fax y la seguridad externalizada. Pero el principio de autoridad sigue siendo el mismo de siempre. No se hagan ilusiones.

- Nadie puede acceder a la sede hasta nueva orden. Estamos esperando la presencia de un representante de la autoridad –federal-, por supuesto.

Acto seguido, una unidad del cuerpo de cerrajeros se dispone a reemplazar las cerraduras de los despachos de los ejecutivos del PSM como manifestación simbólica de la efectiva toma de posesión de la plaza conquistada para ejecutar las instrucciones del bando federal del día anterior.

Un puñado de juerguistas disfrazados de partidarios de Gómez se arremolina en la calle.

- ¿Dónde está Ana Colau para frenar este desahucio?
[Fantoche disfrazada de Ana Colau.] - Son guerras internas de la casta, que se enteren de lo que es sufrir un desahucio de verdad. Aquí no hay ni ancianos, ni pobres, ni inmigrantes ni perroflautas.
- Pues no te lo tomes a guasa: van a dejar en la calle a unos cuantos empleados, más de un diputado, vocales vecinos, concejales, tó la clientela del Tomás, ¿qué te crees?… Esta casa daba de comer a mucha gente
- La casta ya os colocará en otro sitio. Y si no, pues a trabajar como todo quisqui, de ciudadanos de a pie, que ya lleváis mucho tiempo enquistados.
- ¡Stop desahucios!
- [Cerrajeros]. Solo somos unos mandaos y nos han dicho que cambiemos la cerradura.

La rebeldía de la víspera se ha esfumado en un tiempo récord y pierde consistencia. Todos los secretarios generales de las agrupaciones ya no se ponen al teléfono ni del general Gómez ni de la hija del capitán de navío Camilo Menéndez (quien recuerda que lo mismo pasó el 23-F tras el discurso del Rey). Pues ahora, firme el ademán y taconazo al paso, todos los cuadros del PSM se adhieren al bando del general Sánchez y expresan su vocación de servicio en la nueva y decisiva etapa que a partir de ese momento va a afrontar el partido. Siempre en primera posición de saludo y con pocas palabras, como marca el laconismo militar en tiempos heroicos.

El coro de cerrajeros grita enfervorecido: ¡Viva mi dueño!

En la sede de Callao, triste, serena y silente, van disolviéndose los pequeños corrillos que se sumaron a los rebeldes.

Un viandante guasón mira a Gómez tras el fiasco de su rebeldía fallida y le espeta:
- Fuese y no hubo nada. (mientras le extiende un matasuegras y suena la pitorreta.)

- [General Simancas a Sánchez]: Cautivo y desarmado el sedicente ejército madrileño, han alcanzado las tropas de Ferraz sus últimos objetivos político-militares. La normalidad es total en toda la Región. Misión cumplida.

-          ¿Quién es el elefante blanco?

 



Elefante blanco propiamente no hay ni ha habido en esta farsa esperpéntica carnavalesca, pero sí se hace pública la composición de la Junta de Salvación Madrileña, también llamada Comisión Gestora, a cuyo frente parece distinguirse a antiguos mandos de la plaza. Uno de ellos, nada menos que el presidente, tras serles entregadas las llaves por operarios del cuerpo de cerrajeros, se dispone a probar la nueva cerradura, en una instantánea que trata de transmitir la imagen de normalidad en la nueva etapa que nos promete un periodo de paz, prosperidad y progreso tras los convulsos y traumáticos días que hicieron imprescindible el doloroso pero ineluctable acto de autoridad del poder central.

Inmediatamente, se hace pública la composición de la Junta de Salvación Madrileña, encabezada por los generales Simancas y Lisavetzky, que estaban en situación de disponibles y a punto de pasar a la reserva. Cierto es que han perdido todas las batallas que emprendieron, pero no lo es menos que conocen muy bien el terreno sobre el que han de lidiar y han demostrado su disciplina y espíritu de servicio.




- Espero que no incluya en las listas a otros Tamayos y Sáez, comenta burlón el depuesto general Gómez. ¿A quién vais a poner?
- Pues pretendo incluir en la terna del sábado lo que el Rey me ha pedido. Adivina, adivinanza… No es joven, ni se ha presentado a las primarias, ni es tía, ni es gay….. ni siquiera es del partido…
- ¡No…………!
- Sí.

El hombre que no mató a Tamayo y Sáez, el hombre que dio paso a Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, el rey que no pudo reinar, el hombre que se quedó compuesto y sin la presidencia de la región madrileña por la traición de dos de los suyos en una trama que nunca se aclaró del todo, el hombre que luego perdió las elecciones tras esa comisión de investigación en la que se exhibieron las interioridades de la vida política en una muestra pornográfica, procaz y descarnada con el excompañero Balbás de comparsa del hoy recluso Francisco Granados, está al mando de la nueva Junta de Salvación, ante la mirada atónita del personal. Esta vez el general secretario no ha optado por lo nuevo. Ha apostado por lo seguro y se ha decidido por lo clásico.

Los pocos adeptos que aún permanecen fieles al depuesto Gómez especulan sobre cuál es la trama civil del golpe y los rebeldes y amigos señalan enfáticamente con el dedo al malvado grupo PRISA, siempre conspirando para conquistar el poder.

-Ya no son independientes de la mañana. Son unos ¡¡¡!!!!

Ese mismo día, el periódico gubernamental publica una curiosa encuesta en la que el PSOE pasa de hundirse en los sondeos de Madrid a ser el primero en intención de voto escasamente un día después del triunfo del tomasicidio. El Pravda aspira a convertirse en el Jueves con su particular contribución al carnaval.

CUADRO 4. Viaje a los infiernos en la noche madrileña

Tomás Gómez ha vivido unos días de terrible tensión y sufrimiento. Con los pocos amigos que le quedan decide disfrutar del carnaval y también se quiere disfrazar y pasar una noche de jolgorio y evasión.

-          Quiero gozar de esta noche de carnaval, ahora que soy un ciudadano más.
-          Pues disfrázate de James Dean, un “Rebelde sin causa”.
-          Pero es que yo soy un rebelde con causa. Además, ese era un yanqui y un icono consumista, yo soy de izquierdas.
-          ¿Por qué no te disfrazas de candidato?
-          Ya no cuela, está muy visto y además no es creíble.

Pasean él y sus amigos por el callejón del gato y Tomás se mira en los espejos cóncavos y convexos que inspiraron la famosa escena de Luces de bohemia:
-Pues aún así, distorsionado, sigo teniendo buena planta, incluso delante de estos espejos. Eso de que son una deformación grotesca de la realidad es un cuento chino. Puedo ir vestido de lo que quiera y quedaré muy bien.

-          ¡No te pongas estupendo! Con el pollo que has montado lo mejor es que tengas un disfraz con el que no te reconozca nadie.
-          Como si fuera un extraterrestre.
-          Eso, disfrázate de E.T.

Lo convencen. Tomás se pasea por las calles céntricas de Madrid disfrazado de E.T., pero no puede relajarse, porque piensa que ya todo se le viene encima, que esa noche es un prólogo de su viaje a los infiernos.

Pasa por la Puerta del Sol, se deprime mirando el que podría haber sido su despacho… Sale corriendo por Preciados…

Se acerca a Callao y no puede resistir la emoción al ver la sede del PSM-PSOE.

-          ¡!!!Mi casa, mi casa….!!!

Un gamberro ha retirado el cartel de “Invictus” y en su lugar ha colocado otro que dice: “Ave, Petrus, morituri te salutant”.

   - Hay que retirarlo. Sólo se puede hacer desde el balcón, pues la llave que tenemos ya no abre. Ya sabes. El cuerpo de cerrajeros, toda una tradición en este partido. Me voy a subir.
-          Tomás, no subas, que puedes caer todavía más bajo, cojamos un taxi, que hoy ya son demasiadas emociones para ti.

CUADRO 5. Disfrazándose de vampiros.

Aparecen un fantoche disfrazado de Pedro Sánchez y unos vampiros, disfrazados de Rubalcaba, causan el pánico entre los concentrados en Callao, que salen corriendo despavoridos.

- Rubalcaba, hazme una encuesta en la que saque la mayoría absoluta, que estoy un poco depre.
- Bueno, pero tienes que garantizarme más puestos en la lista y seguir mis consejos al pie de la letra, le dice, mientras mueve las manos con su gesto característico.

[Un viandante]. Que esto es carnaval, tío, no Halloween. Ese disfraz no pega.

CUADRO 6. UBI SUNT?

Unos superborrachuzos disfrazados de diversos personajes de la política madrileña, totalmente ebrios, seguidores del dios Baco, empiezan a hablar en latín, lo que causa la perplejidad de muchos jóvenes que con las enseñanzas LOGSE no entienden ni papa.

Tomás Parliensis. Ave, Petrus. Invictus sum.

Fernandus Magro et alii- Quo usque tandem abutere patientia nostra, Tomás?

Petrus. Ave, Tomas. Delenda est PSM. Sic transit gloria mundi.

Antonius Carmona. Tomás amicus meus est, sed Petrus Caesar est et habet imperium, auctoritas et potestas.

Tomas Parliensis (a Carmona). Tu quoque, filii mihi?

Coro de tomasistas. Ave, Petrus, morituri te salutant.

Antonius Carmona. Vae victis.

Petrus (hace el gesto de mover el pulgar hacia abajo, indicando que echen a Tomás Parliensis a los leones).  Veni, vidi, vici.

Luena.- Finis coronat opus.

Coro de estudiantes etílicos. Gaudeamus igitur, iuvenes dum sumus….

La policía municipal les pide la documentación y los multa por alteración del orden y consumir alcohol en la vía pública.

Cuadro 6. Los socialistas también lloran.

Después de la cogorza, en un afterhours, dos cachondos no identificados ven así la ruptura entre Pedro y Tomás.

- Pedro Kevin, te pedían que me echaras y tú lo negaste tres veces. Recién me dijiste que nunca me abandonarías. Devuélveme los avales de mi madre y quédate con todo lo demás.

- Lo nuestro fue muy bello mientras duró. Nunca olvidaré nuestros mítines juntos, nuestras listas en las que íbamos de la mano, esas tardes soleadas en las que salíamos los dos con nuestras radiantes y juveniles camisas blancas saludando a las esperanzadas masas cuando prometíamos cambiar este viejo partido. Pero nada es para siempre, Tomás Nelson, el amor eterno sólo existe en las telenovelas y ni siquiera en este culebrón…

- Pero tú me decías que me amabas.

- Lo sé y no sabes lo que me duele… Pero ya no podemos seguir así. Llevo meses intentando decírtelo y no me salían las palabras. Entiéndelo. Perdóname si te he lastimado. Pero no escuchabas, no querías platicar conmigo, no respondías a mi celular. La política sigue, snifff. Que te vaya bonito en tu nueva vida. Compréndelo, Tomás Nelson. No creas que soy tan cruel. No hay nada personal. En el fondo todos te apreciamos mucho. A veces hay que sacrificarse por el bien de la patria. Es lo mejor para todos. Algún día llegarás a asimilarlo.

- Esto no va a quedar así.

Lloran los dos desconsoladamente, aunque Tomás Nelson sale de la estancia dando un estruendoso portazo ante la mirada hastiada de la secretaria, quien con un gesto de exasperación, cierra la escena.

- Joder qué tropa.

Cuadro 7. El honor de los Gómez

Tomás Gómez se siente indignado por las insinuaciones que ha hecho algún dirigente federal de que pudo cometer delitos en su gestión del tranvía de Parla.
- Pienso ir hasta el final a defender mi honor. Que me echen me duele, es injusto…. Pero que me difamen, Iré a los tribunales.
(Se pone solemne y engola la voz)
A Ferraz el cargo y el acta se han de dar, mas el honor, no. Porque el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios.
       Carnavalero chispilla: Ahora resulta que Invictus nos ha salido un personaje de un drama calderoniano, yo que creía que era un mozuelo de sainete madrileño, zarzuela o juguete cómico.

Cuadro 8. Llega la cuaresma. El entierro de la sardina

La semana más agitada y divertida se acaba, como todo lo bueno. Pobre de mí, con lo bien que nos lo hemos pasado. El féretro de la sardina, con la efigie del depuesto Tomás Gómez, es enterrado en el último día del carnaval. Se suman alborozados a sus exequias prácticamente todos los que hasta hace muy poco eran sus fieles y que desvergonzadamente gritan ¡presidente, presidente!, con carteles, pegatinas y pancartas en los que se puede contemplar la efigie del flamante precandidato promovido por la conspiración prisaico-masónica.

Un muñeco con la careta de Tomás Gómez es manteado, simulando la escena del pelele de Goya. El coro de traidores, con la faca encima, se dirige ahora a las agrupaciones locales a votar masivamente al candidato propuesto por los golpistas.

Las primarias para los yanquis. También es democrático votar a mano alzada lo que nos manden.
-¿Y qué hay de lo mío? ¿Qué sabes de las listas?

Tras el carnaval, llegará la cuaresma, época de recogimiento y reflexión. Deberemos arrepentirnos de nuestros pecados, purgar por estos días de desenfreno y disipación y dedicarnos a la vida ascética y monacal, alejándonos durante cuarenta días de las tentaciones del mundo, el demonio y la carne. Una temporada de sacrificio y renuncia. Nada de excesos. Nuestros electores nos lo agradecerán.

Por eso, disciplina, basta de riñas y de porfiar.

Pedro Sánchez.- ¡A trabajar!


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