NOCHES DE CARNAVAL EN EL PSM
En España siempre es carnaval
Ramón María
del Valle-Inclán
Como
en Madrid el carnaval nunca ha tenido demasiada tradición, en comparación con
Cádiz o Tenerife, este año el PSM ha querido contribuir a la fiesta con sus particulares
chirigotas, disfraces y chanzas, para alegrar la vida a los sufridos habitantes
de la capital del reino.
CUADRO 1. Tomás Gómez y Pedro Sánchez
discuten acaloradamente.
Aún
no ha sonado la traca, pero algunos ya se barruntan que Míster Próper y el
Invictus han roto su idilio y el federal trata de convencer sin éxito al
madrileño de la conveniencia de hacer mutis por el foro. Los guasones son, sin
duda, iniciados que saben lo que va a pasar pocas horas después.
(Una
chirigota carnavalesca matritense. Un fantoche, disfrazado de Tomás Gómez y
otro, de Pedro Sánchez, escenifican un diálogo a base de pareados chuscos.)
PS-
Tomás, ¿por qué no te vas?
TG-
Yo no estoy nombrado a dedo y yo aquí me quedo.
PS-
Estoy leyendo un sondeo que pinta todo muy feo.
TG-
Lo que diga el grupo PRISA a mí me da mucha risa.
TG-
Jo, Pedro, que te has passao, si yo no estoy ni imputao.
PS-
La movida del tranvía puede estallar cualquier día.
TG-
Movilizaré a mis masas y ya verás lo que pasa.
PS-
Pues yo llamo a Rubalcaba, que la daga te la clava.
PS-
Si Madrid no colabora, pronto llegará tu hora.
TG-
Si das un golpe de mano, quedarás como un tirano.
TG-
Guste o no al aparato, sigo siendo el candidato.
PS-
El señor te lo dio, el señor te lo quitó.
TG-
No me seas tan canalla, yo pienso dar la batalla.
PS-
Si hubieras colaborado, algo te habríamos dado.
PS-
Tomás, ¿por qué no te vas?
TG-
Me quieren quitar el cargo, yo no me largo.
Se
van, danzando, al tiempo que una charanga etílica los sigue palmeando, mientras
van exhibiendo sus risotadas…
CUADRO 2. Ferraz da el golpe. ¡No
pasarán!
Martes,
10 de febrero
Premonición
Un
narrador trasnochador y madrugador, algo iluminado, mira hacia la sede de
Callao y recita unos conocidos versos de su célebre autor, que ha trabucado y
cambiado traicioneramente.
Voces
de muerte sonaron
En
la villa de Madrid,
Voces
que auguran la sangre
De
quien pronto va a morir.
Le
clavó sobre la espalda
Un
agudo bisturí.
En
la lucha daba gritos
Como
un tremendo mastín.
Pero
eran los federales
Y
no pudo resistir.
El
día se levanta tranquilo y sin noticias que presagien los sobresaltos que se
van a vivir durante toda la semana. De pronto, llega el notición: a media
mañana se escucha por la radio el bando del general Sánchez en virtud del cual
se disuelve la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Madrid y se
destituye a su secretario general, Tomás Gómez.
-
Pon la radio.
-
Sólo han
mencionado el bando del general Sánchez. Hay todavía confusión. Hablan de cese
y de expulsión.
-
¡No jodas!
-
Pues conéctate a
la página web del partido.
-
No se oye más que
música clásica y cada media hora leen el mismo bando del general Sánchez.
-
¡A las
barricadas! ¡A Callao! ¡No pasarán!
-
Ya lo decía
Negrín: ¡Resistir es vencer!
Un
Tomás Gómez fuera de sí llama a su secretaria, entre descompuesto e indignado.
Dile
a Carmona que venga,
Que
no quiero ver la carta
Del
cese sobre la mesa,
Que
venga, dile que venga.
El
defenestrado Tomás Gómez, acompañado de sus leales, con semblante serio y lacrimoso,
llama al heroico pueblo de Madrid a no ceder ante la imposición y a combatir al
ilegítimo ejército golpista.
Los
conjurados se enfervorizan entre gemidos y aplausos y aclaman a Tomás Gómez,
quien aparece en la histórica escena, acompañado de un nutrido grupo de
seguidores, entre los que vemos al candidato a la alcaldía de la villa, el
ilustre tertuliano Antonio Carmona, quien no duda en manifestarle su amistad y
en acompañarlo en momentos tan duros e ignominiosos para el despuesto líder
madrileño.
¡Vivan
los candidatos! ¡Hala, Madrid!
¡Que
se besen, que se besen, que se besen!
[Un gracioso, que se ha fumado cinco porros
mañaneros, escéptico ante la escena]:
Y
es que Judas cuando besa
Es
que besa de verdad.
Por
eso a él no le interesa
Besar
por deslealtad.
Los
leales prometen lucha sin cuartel y no se resignan. Quieren hacerse fuertes en
Callao, en las agrupaciones leales, en los medios que los escuchen, en la
calle…
-
¡Madrid, qué bien
resistes, Madrid qué bien resistes, Madrid qué bien resistes, mamita mía, los
bombardeos, los bombardeos!
Mientras, la televisión empieza a hacerse
eco de la gran noticia del día. El general Sánchez, ausente de la capital del
reino, no aparece para dar explicaciones de lo ocurrido. En su lugar es su
edecán Luena, siempre tan morigerado y melindroso, el que comenta la primera
nota oficial que da cuenta de la draconiana decisión adoptada por el general
secretario, con explicaciones algo confusas y vagas sobre encuestas, presuntas
irregularidades, incierto futuro electoral…
Los
congregados en Callao discuten qué acciones pueden llevar a cabo para organizar
una resistencia numantina que haga frente al golpe de mano de los federales.
Varias ideas se les ocurren a los leales, a
partir de ahora rebeldes. Una es ir a la sede de Ferraz a plantarse:
-
Ya estás frente a
la sede, ¿y ahora qué vas a hacer? No lo sé, señá Rita, se lo aseguro a usted.
(Descartan esta opción, que es más de la verbena de la Paloma que de carnaval,
aunque aquella sea muy castiza y madrileña).
Finalmente,
optan por un escrache a las siete de la tarde en el edificio de Ferraz.
Un
grupo de comparsas y chirigotas acude con ímpetu a tomar la sede central del
PSOE ante una inmensa nube de ávidos reporteros gráficos, que asisten
asombrados, entre jocosos y avergonzados, al insólito espectáculo.
En
la calle de Ferraz pancartas, gritos y consignas escenifican una concentración
espontánea no autorizada, que provoca el alborozo de la delegada del gobierno,
quien decide por una vez no intervenir, reprimir ni prohibir al ser un asunto
interno de otro partido y dado el carácter carnavalesco de la minimanifestación.
-
¡Pedro dimisión!
¡Dejadnos entrar!
Las
cámaras de televisión inmortalizan la grotesca escena de los airados seguidores
del depuesto Tomás Gómez forcejeando con los seguratas de la puerta para tomar
el palacio de invierno. Tras un escarceo, más tragicómico que efectivo, el
escrache termina sin más consecuencias. Finalmente, los alborotadores se
dispersan y vuelven a sus casas desahogados, pero dispuestos a seguir la lucha.
-
Esto no termina
aquí.
Los
viandantes se asombran de una de las farsas carnavalescas más bochornosas pero
también más originales que se recuerdan.
CUADRO 3. Ya hemos pasao
Miércoles,
11 de febrero.
A
primera hora de la mañana, sin previo aviso, siguiendo el dictat de la
autoridad federal, una unidad de disciplinados seguratas, adscritos a la sede
nacional del PSOE, se dirige a pie desde la calle de Ferraz hasta el edificio
del PSM.
Con
aire marcial pero sereno las tropas federales se disponen a ejecutar las
órdenes del alto mando y toman posiciones en la sede de la plaza de Callao,
cerrando el paso a los posibles insurgentes que osaren desobedecer las drásticas
instrucciones del bando del general Sánchez.
No
viene el cese con el motorista del Pardo, ni en coche oficial ni en blindados
que ocupen la Gran Vía desde la Plaza de España, ni mucho menos en tranvía
desde Parla; vienen los seguratas a pie, casi de incógnito… y los ceses de los
empleados de Callao llegan por burofax… La modernidad ha sustituido al caballo
de Pavía y al autobús de picoletos de Tejero por el wassap, el fax y la
seguridad externalizada. Pero el principio de autoridad sigue siendo el mismo
de siempre. No se hagan ilusiones.
-
Nadie puede acceder a la sede hasta nueva orden. Estamos esperando la presencia
de un representante de la autoridad –federal-, por supuesto.
Acto
seguido, una unidad del cuerpo de cerrajeros se dispone a reemplazar las
cerraduras de los despachos de los ejecutivos del PSM como manifestación
simbólica de la efectiva toma de posesión de la plaza conquistada para ejecutar
las instrucciones del bando federal del día anterior.
Un
puñado de juerguistas disfrazados de partidarios de Gómez se arremolina en la
calle.
-
¿Dónde está Ana Colau para frenar este desahucio?
[Fantoche
disfrazada de Ana Colau.] - Son guerras internas de la casta, que se enteren de
lo que es sufrir un desahucio de verdad. Aquí no hay ni ancianos, ni pobres, ni
inmigrantes ni perroflautas.
- Pues
no te lo tomes a guasa: van a dejar en la calle a unos cuantos empleados, más
de un diputado, vocales vecinos, concejales, tó la clientela del Tomás, ¿qué te
crees?… Esta casa daba de comer a mucha gente
-
La casta ya os colocará en otro sitio. Y si no, pues a trabajar como todo
quisqui, de ciudadanos de a pie, que ya lleváis mucho tiempo enquistados.
-
¡Stop desahucios!
- [Cerrajeros].
Solo somos unos mandaos y nos han dicho que cambiemos la cerradura.
La
rebeldía de la víspera se ha esfumado en un tiempo récord y pierde consistencia.
Todos los secretarios generales de las agrupaciones ya no se ponen al teléfono
ni del general Gómez ni de la hija del capitán de navío Camilo Menéndez (quien
recuerda que lo mismo pasó el 23-F tras el discurso del Rey). Pues ahora, firme
el ademán y taconazo al paso, todos los cuadros del PSM se adhieren al bando
del general Sánchez y expresan su vocación de servicio en la nueva y decisiva
etapa que a partir de ese momento va a afrontar el partido. Siempre en primera
posición de saludo y con pocas palabras, como marca el laconismo militar en
tiempos heroicos.
El
coro de cerrajeros grita enfervorecido: ¡Viva mi dueño!
En
la sede de Callao, triste, serena y silente, van disolviéndose los pequeños corrillos
que se sumaron a los rebeldes.
Un
viandante guasón mira a Gómez tras el fiasco de su rebeldía fallida y le
espeta:
-
Fuese y no hubo nada. (mientras le extiende un matasuegras y suena la
pitorreta.)
- [General
Simancas a Sánchez]: Cautivo y desarmado el sedicente ejército madrileño, han
alcanzado las tropas de Ferraz sus últimos objetivos político-militares. La
normalidad es total en toda la Región. Misión cumplida.
-
¿Quién es el
elefante blanco?
Elefante
blanco propiamente no hay ni ha habido en esta farsa esperpéntica carnavalesca,
pero sí se hace pública la composición de la Junta de Salvación Madrileña,
también llamada Comisión Gestora, a cuyo frente parece distinguirse a antiguos
mandos de la plaza. Uno de ellos, nada menos que el presidente, tras serles
entregadas las llaves por operarios del cuerpo de cerrajeros, se dispone a
probar la nueva cerradura, en una instantánea que trata de transmitir la imagen
de normalidad en la nueva etapa que nos promete un periodo de paz, prosperidad
y progreso tras los convulsos y traumáticos días que hicieron imprescindible el
doloroso pero ineluctable acto de autoridad del poder central.
Inmediatamente,
se hace pública la composición de la Junta de Salvación Madrileña, encabezada
por los generales Simancas y Lisavetzky, que estaban en situación de
disponibles y a punto de pasar a la reserva. Cierto es que han perdido todas
las batallas que emprendieron, pero no lo es menos que conocen muy bien el
terreno sobre el que han de lidiar y han demostrado su disciplina y espíritu de
servicio.
-
Espero que no incluya en las listas a otros Tamayos y Sáez, comenta burlón el
depuesto general Gómez. ¿A quién vais a poner?
-
Pues pretendo incluir en la terna del sábado lo que el Rey me ha pedido. Adivina,
adivinanza… No es joven, ni se ha presentado a las primarias, ni es tía, ni es
gay….. ni siquiera es del partido…
-
¡No…………!
-
Sí.
El
hombre que no mató a Tamayo y Sáez, el hombre que dio paso a Esperanza Aguirre
en la Comunidad de Madrid, el rey que no pudo reinar, el hombre que se quedó
compuesto y sin la presidencia de la región madrileña por la traición de dos de
los suyos en una trama que nunca se aclaró del todo, el hombre que luego perdió
las elecciones tras esa comisión de investigación en la que se exhibieron las
interioridades de la vida política en una muestra pornográfica, procaz y
descarnada con el excompañero Balbás de comparsa del hoy recluso Francisco
Granados, está al mando de la nueva Junta de Salvación, ante la mirada atónita
del personal. Esta vez el general secretario no ha optado por lo nuevo. Ha
apostado por lo seguro y se ha decidido por lo clásico.
Los
pocos adeptos que aún permanecen fieles al depuesto Gómez especulan sobre cuál
es la trama civil del golpe y los rebeldes y amigos señalan enfáticamente con
el dedo al malvado grupo PRISA, siempre conspirando para conquistar el poder.
-Ya
no son independientes de la mañana. Son unos ¡¡¡!!!!
Ese
mismo día, el periódico gubernamental publica una curiosa encuesta en la que el
PSOE pasa de hundirse en los sondeos de Madrid a ser el primero en intención de
voto escasamente un día después del triunfo del tomasicidio. El Pravda aspira a
convertirse en el Jueves con su particular contribución al carnaval.
CUADRO 4. Viaje a los infiernos en la
noche madrileña
Tomás
Gómez ha vivido unos días de terrible tensión y sufrimiento. Con los pocos
amigos que le quedan decide disfrutar del carnaval y también se quiere
disfrazar y pasar una noche de jolgorio y evasión.
-
Quiero gozar de
esta noche de carnaval, ahora que soy un ciudadano más.
-
Pues disfrázate
de James Dean, un “Rebelde sin causa”.
-
Pero es que yo
soy un rebelde con causa. Además, ese era un yanqui y un icono consumista, yo
soy de izquierdas.
-
¿Por qué no te
disfrazas de candidato?
-
Ya no cuela, está
muy visto y además no es creíble.
Pasean
él y sus amigos por el callejón del gato y Tomás se mira en los espejos
cóncavos y convexos que inspiraron la famosa escena de Luces de bohemia:
-Pues
aún así, distorsionado, sigo teniendo buena planta, incluso delante de estos
espejos. Eso de que son una deformación grotesca de la realidad es un cuento
chino. Puedo ir vestido de lo que quiera y quedaré muy bien.
-
¡No te pongas
estupendo! Con el pollo que has montado lo mejor es que tengas un disfraz con
el que no te reconozca nadie.
-
Como si fuera un
extraterrestre.
-
Eso, disfrázate
de E.T.
Lo
convencen. Tomás se pasea por las calles céntricas de Madrid disfrazado de
E.T., pero no puede relajarse, porque piensa que ya todo se le viene encima,
que esa noche es un prólogo de su viaje a los infiernos.
Pasa
por la Puerta del Sol, se deprime mirando el que podría haber sido su despacho…
Sale corriendo por Preciados…
Se
acerca a Callao y no puede resistir la emoción al ver la sede del PSM-PSOE.
-
¡!!!Mi casa, mi
casa….!!!
Un
gamberro ha retirado el cartel de “Invictus” y en su lugar ha colocado otro que
dice: “Ave, Petrus, morituri te salutant”.
- Hay que retirarlo. Sólo se puede hacer
desde el balcón, pues la llave que tenemos ya no abre. Ya sabes. El cuerpo de
cerrajeros, toda una tradición en este partido. Me voy a subir.
-
Tomás, no subas,
que puedes caer todavía más bajo, cojamos un taxi, que hoy ya son demasiadas
emociones para ti.
CUADRO 5. Disfrazándose de vampiros.
Aparecen
un fantoche disfrazado de Pedro Sánchez y unos vampiros, disfrazados de
Rubalcaba, causan el pánico entre los concentrados en Callao, que salen
corriendo despavoridos.
- Rubalcaba,
hazme una encuesta en la que saque la mayoría absoluta, que estoy un poco
depre.
- Bueno,
pero tienes que garantizarme más puestos en la lista y seguir mis consejos al
pie de la letra, le dice, mientras mueve las manos con su gesto característico.
[Un
viandante]. Que esto es carnaval, tío, no Halloween. Ese disfraz no pega.
CUADRO 6. UBI SUNT?
Unos
superborrachuzos disfrazados de diversos personajes de la política madrileña, totalmente
ebrios, seguidores del dios Baco, empiezan a hablar en latín, lo que causa la
perplejidad de muchos jóvenes que con las enseñanzas LOGSE no entienden ni
papa.
Tomás
Parliensis. Ave, Petrus. Invictus sum.
Fernandus
Magro et alii- Quo usque tandem abutere patientia nostra, Tomás?
Petrus.
Ave, Tomas. Delenda est PSM. Sic transit gloria mundi.
Antonius
Carmona. Tomás amicus meus est, sed Petrus Caesar est et habet imperium,
auctoritas et potestas.
Tomas
Parliensis (a Carmona). Tu quoque, filii mihi?
Coro
de tomasistas. Ave, Petrus, morituri te salutant.
Antonius
Carmona. Vae victis.
Petrus
(hace el gesto de mover el pulgar hacia abajo, indicando que echen a Tomás
Parliensis a los leones). Veni, vidi,
vici.
Luena.-
Finis coronat opus.
Coro
de estudiantes etílicos. Gaudeamus igitur, iuvenes dum sumus….
La
policía municipal les pide la documentación y los multa por alteración del
orden y consumir alcohol en la vía pública.
Cuadro 6. Los
socialistas también lloran.
Después
de la cogorza, en un afterhours, dos cachondos no identificados ven así la
ruptura entre Pedro y Tomás.
- Pedro
Kevin, te pedían que me echaras y tú lo negaste tres veces. Recién me dijiste
que nunca me abandonarías. Devuélveme los avales de mi madre y quédate con todo
lo demás.
- Lo
nuestro fue muy bello mientras duró. Nunca olvidaré nuestros mítines juntos,
nuestras listas en las que íbamos de la mano, esas tardes soleadas en las que
salíamos los dos con nuestras radiantes y juveniles camisas blancas saludando a
las esperanzadas masas cuando prometíamos cambiar este viejo partido. Pero nada
es para siempre, Tomás Nelson, el amor eterno sólo existe en las telenovelas y
ni siquiera en este culebrón…
-
Pero tú me decías que me amabas.
-
Lo sé y no sabes lo que me duele… Pero ya no podemos seguir así. Llevo meses
intentando decírtelo y no me salían las palabras. Entiéndelo. Perdóname si te
he lastimado. Pero no escuchabas, no querías platicar conmigo, no respondías a
mi celular. La política sigue, snifff. Que te vaya bonito en tu nueva vida. Compréndelo,
Tomás Nelson. No creas que soy tan cruel. No hay nada personal. En el fondo
todos te apreciamos mucho. A veces hay que sacrificarse por el bien de la
patria. Es lo mejor para todos. Algún día llegarás a asimilarlo.
- Esto
no va a quedar así.
Lloran
los dos desconsoladamente, aunque Tomás Nelson sale de la estancia dando un
estruendoso portazo ante la mirada hastiada de la secretaria, quien con un
gesto de exasperación, cierra la escena.
- Joder
qué tropa.
Cuadro 7. El honor de los Gómez
Tomás
Gómez se siente indignado por las insinuaciones que ha hecho algún dirigente
federal de que pudo cometer delitos en su gestión del tranvía de Parla.
-
Pienso ir hasta el final a defender mi honor. Que me echen me duele, es
injusto…. Pero que me difamen, Iré a los tribunales.
(Se
pone solemne y engola la voz)
A
Ferraz el cargo y el acta se han de dar, mas el honor, no. Porque el honor es
patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios.
Carnavalero chispilla: Ahora resulta que
Invictus nos ha salido un personaje de un drama calderoniano, yo que creía que
era un mozuelo de sainete madrileño, zarzuela o juguete cómico.
Cuadro 8. Llega la cuaresma. El entierro
de la sardina
La
semana más agitada y divertida se acaba, como todo lo bueno. Pobre de mí, con
lo bien que nos lo hemos pasado. El féretro de la sardina, con la efigie del
depuesto Tomás Gómez, es enterrado en el último día del carnaval. Se suman
alborozados a sus exequias prácticamente todos los que hasta hace muy poco eran
sus fieles y que desvergonzadamente gritan ¡presidente, presidente!, con
carteles, pegatinas y pancartas en los que se puede contemplar la efigie del
flamante precandidato promovido por la conspiración prisaico-masónica.
Un
muñeco con la careta de Tomás Gómez es manteado, simulando la escena del pelele
de Goya. El coro de traidores, con la faca encima, se dirige ahora a las
agrupaciones locales a votar masivamente al candidato propuesto por los
golpistas.
Las
primarias para los yanquis. También es democrático votar a mano alzada lo que
nos manden.
-¿Y
qué hay de lo mío? ¿Qué sabes de las listas?
Tras
el carnaval, llegará la cuaresma, época de recogimiento y reflexión. Deberemos
arrepentirnos de nuestros pecados, purgar por estos días de desenfreno y
disipación y dedicarnos a la vida ascética y monacal, alejándonos durante
cuarenta días de las tentaciones del mundo, el demonio y la carne. Una
temporada de sacrificio y renuncia. Nada de excesos. Nuestros electores nos lo
agradecerán.
Por
eso, disciplina, basta de riñas y de porfiar.
Pedro
Sánchez.- ¡A trabajar!
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