lunes, 30 de enero de 2012

ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS Y CACIQUISMO


La España de las autonomías escribe un nuevo episodio de despilfarro y caciquismo. 



La España de las autonomías escribe un nuevo episodio de despilfarro y caciquismo. ¿Cuánto van a costar las nuevas elecciones en Asturias? ¿Para qué se necesitan? Sólo para mantener a los nuevos caciques, los imitadores de los particularismos nacionalistas en regiones que más necesitarían recuperar la inversión, el empleo y unos servicios públicos alejados de las obras faraónicas y de gastos absurdos.

Álvarez Cascos, con los problemas que tiene su región , sólo piensa en reforzar su papel de virrey asturiano, contra viento y marea. Estos son los personajes que no pueden tener responsabilidades en un país que se ha despertado de la ficción del talante y se enfrenta a las consecuencias de la dictadura del dinero y de la inanidad de su clase dirigente.

Esperemos que de estas elecciones no salga reforzado, sino más bien laminado políticamente el inefable político astur.

De este maravilloso sistema de autogobierno que nos hemos dotado (tan caro, tan inviable, tan insolidario) han salido los déspotas sectarios y racistas (los Ibarretxe, Garaicoetxea, Pujol, Mas, el inolvidable Pasqual Maragall, el converso e incalificable Montilla, el cántabro Hormaechea, Marqués, el Hormaechea asturiano y el anecdótico y zarzuelero Revilla). Ninguno de ellos ha sido un estadista que haya aportado nada positivo para la gobernación de los asuntos públicos. Todos son no sólo prescindibles, sino rémoras y lastres de los que deberíamos liberarnos. Y ahora le toca a Álvarez Cascos, exiliado del partido que dirigió con férrea mano -el general secretario era llamado- y que se refugia en su feudo para culminar su brillante carrera política como un gerifalte de antaño, que diría Valle-Inclán. Esperemos que los electores asturianos voten con sensatez y lo echen, por muy críticos que sean con todos los demás, que razones no les faltan.

miércoles, 25 de enero de 2012

EL MATRIMONIO CIVIL SIGUE SIENDO UN PECADO

BLÁZQUEZ, EL DIALOGANTE Y OTRAS PERLAS EPISCOPALES
Increíble intolerancia la que ha mostrado el tal Blázquez, hoy obispo de Valladolid, quien pone en cuestión que una mujer casada por lo civil (para más señas vicepresidente del gobierno) pueda pronunciar el pregón de la semana santa en su ciudad natal. En este enlace se pueden ver más detalles. Hasta los prelados más apacibles y de apariencia más liviana, como él, que tan aplacado estaba frente al nacionalismo tras su llegada como foráneo “outsider” vilipendiado por los apologetas de la pureza de sangre, demuestran que la jerarquía eclesiástica no acepta la existencia de otras formas de vida ni de otras opciones que la suya. Hace años que estas reliquias vivientes hacen su labor pastoral al margen de los tiempos –negándose a dar la comunión a los divorciados, por ejemplo- y mostrando su intransigencia para con los demás. Y hechos como éste nos lo recuerdan por si se nos había olvidado. Siguen soñando con un modelo de sociedad uniforme y totalitario, con una moral única, el dogma que ellos profesan, que no admite otra forma de ser ni de pensar ni de existir. Viven cada vez más fuera de la realidad social del país, más encerrados en su mundo retrógrado y oscurantista. Como ha hecho recientemente el obispo de Córdoba con unas ridículas declaraciones que ponen de manifiesto –una vez más- la obsesión sexual de la iglesia y evidencian su indiferencia ante el ridículo esperpéntico que convierte a los mitrados en bufones. No ya quien no crea -¿dónde está para los prelados la libertad de conciencia?-, sino simplemente quien haya faltado alguna vez a alguno de sus ritos, no merece dar un pregón. Menos mal que ya no pueden quemar a nadie en la hoguera. Porque si de ellos dependiera, tendríamos la orden del pusilánime y blandengue Blázquez llevando al fuego purificador a la vicepresidente de un gobierno que, entre otras cosas, les da de comer y les mantiene con el presupuesto pagado por todos los contribuyentes, sean cuales sean sus creencias, sus adhesiones o su confesión religiosa, hechos libres de la vida privada de cada cual en los que tendrían que dejar de entrar estos representantes de un poder no temporal, tan silenciosos ante otros asuntos que les debieran escandalizar más si se guiaran por una visión menos sectaria y excluyente del evangelio. Por si esto fuera poco, ahora sale el arzobispo de Tarragona con unos símiles grotescos, misóginos e innecesariamente faltones que justifican la exclusión de la mujer del sacerdocio. Estos ilustres prelados están convirtiendo en certero y pintiparado el dicho popular de que “a un burro le hicieron obispo y dijo mu”.

viernes, 20 de enero de 2012

PSOE: NOMINALISMO Y CAMBIO



PALABRAS QUE PRETENDEN SER ALGO MÁS QUE PALABRAS FRENTE A PALABRAS QUE SON SÓLO PALABRAS

Está muy bien que se hable de cambio y que se ponga en cuestión el nominalismo sin nada detrás, cuyos resultados conocemos y sufrimos.

Es curioso que quien no desea un cambio que consista en girar sobre nosotros mismos esté apoyado por dirigentes del pasado que lo que hacen es justamente girar sobre sí mismos.

Seguimos echando de menos un debate que no sea meramente autorreferencial. Que cuando los amigos y conocidos nos preguntan en el trabajo, en la calle o en los bares les podamos decir algo más que meros nombres propios y vagas o genéricas definiciones. Porque la gente está esperando que haya una alternativa, no sólo a la ola pepera que domina toda la escena política, sino especialmente al gobierno del capitalismo salvaje, prepotente e indisimulado que impera imponiendo más desigualdad y resquebrajando la cohesión social.

Aparte de la firme e indubitable voluntad de mando en plaza, ¿hay otros proyectos, otras ideas, en las candidaturas que se han postulado

jueves, 12 de enero de 2012

DÉFICIT Y FRAUDE FISCAL




DÉFICIT Y FRAUDE FISCAL

¿Cuánto nos cuesta el fraude fiscal a los que tenemos que pagar impuestos? ¿Por qué hay tan poco interés en perseguir a los máximos responsables de tan baja recaudación? ¿Tanto poder tienen?
Permitiéndome recurrir al topicazo de las asignaturas pendientes, estimo que una de las más importantes para garantizar una convivencia colectiva razonable es la de la conciencia fiscal de la ciudadanía, entendida como la conciencia de que estamos pagando las clase medias y traba asajadoraslariadas –cada día más despojadas y depauperadas- y de que el dinero público debe ser de todos y pagado por todos de forma equitativa y progresiva. Que pagar impuestos es una obligación social. Que el no paga no sólo tiene un problema con Hacienda –a la que torea tantas veces-, sino que también lo tiene con la sociedad, a la que estafa, sin que ésta siempre sea plenamente consciente de que le estén robando. Nada más suicidad para la ética colectiva que percibir a un defraudador como un listillo o semihéroe, por no hablar del trato de favor a la SICAV.
No hay dinero. Pues pídanselo a los que no pagan lo que les correspondería legalmente. El déficit quizá sólo lo paliariía, sin solucionarlo de la noche a la mañana, pero la moral colectiva tendría la oportunidad de dar un paso al frente para defender una mayor equidad y una más adecuada presencia de los servicios públicos esenciales como garantía del ejercicio de derechos plenos.
El fraude fiscal y la función redistribuidora de los impuestos deberían ser asuntos centrales en el debate político general como respuesta al monocultivo del tijeretazo de Rajoy y sus conmilitones.

domingo, 8 de enero de 2012

PRISAS EN EL CONGRESO DEL PSOE





Hoy, 8 de enero de 2012, se reúne el Comité Federal del PSOE a fin de aprobar la ponencia-marco que servirá de base para la discusión del Congreso de febrero.

Las agrupaciones locales del partido, al menos en Madrid, disponen de esta semana para presentar enmiendas a dicha ponencia, lo cual da una idea de la precipitación con la que se lleva a término la discusión a través de los cauces orgánicos de los mandatos u orientaciones que llevarán sus delegados acerca de temas vitales para la organización.

Significa esto que el debate no es que sea secundario, es que, por lo que concierne al plano orgánico y oficial, es un mero trámite, una guinda para cubrir el expediente. No se puede decir que en los prolegómenos y precalentamientos del Congreso no hayan proliferado análisis, manifiestos y reflexiones que pueden arrojar algo de luz sobre el futuro cónclave socialista. Más interesantes los publicados en la prensa, a cargo de francotiradores de diverso pelaje y adscripción. En el ámbito estrictamente interno, aunque con proyección mediática, hasta ahora lo más relevante ha sido la aparición de documentos varios que se han limitado a constituirse en banderines de enganche de las diferentes candidaturas, que no tienen continuidad en cuanto a las propuestas ahí recogidas y los análisis “ad hoc” sobre la derrota electoral, por lo que, como es habitual, en nuestra cultura política, funcionarán como un mero estandarte para reforzar la imagen corporativa de la nueva marca, una suerte de márketing, de exhibición de músculo, de trampolín en la búsqueda de avales, de exteriorización de quiénes son los que están con uno (o con otra) de los dos candidatos que han salido a la palestra. Tanto los actos como los insólitos manifiestos de los acelerados conversos sirven para pasar lista y para contar, actividad esta última siempre muy importante si queremos ubicarnos en la realpolitik.

Las próximas semanas la actividad precongresual va a tener un ritmo frenético: elección de delegados a congresos regionales, que a su vez deberán designar sus propios representantes en el congreso federal, llamamiento a posicionamientos de militantes y cuadros clave, puesta en escena en los medios de comunicación de los mensajes y muestras de fuerza de los candidatos, llamadas, viajes, cenas, reuniones, promesas, presiones, saraos y lo que se tercie con tal de ganar adeptos a la causa. Y sumar, sumar, sumar. Contabilidad, mucha contabilidad, para disponer del sustento real con el que se puede iniciar una negociación, una ofensiva o un cambio de estrategia. Con las cifras se hace la política en un primer estadio. En un segundo plano están las ideas, las palabras más o menos provisionales o evanescentes, que sin las sagradas cifras son puras entelequias o a lo sumo eufónicas y ocurrentes frases que pueden convertirse en eslóganes o ser el estribillo de los mítines internos populistas o de las exposiciones didácticas en busca de más adhesiones.

Es posible que en este escaso mes que media entre el pistoletazo de salida y el día D salgan a la palestra algunas diferencias ideológicas, de concepto, de modelo de partido, de políticas diferenciadas entre los dos candidatos, si es que no hay una tercera vía sobrevenida (suponiendo que la polarización le deje un espacio no meramente testimonial y autoinmolador), cuyas señas de identidad se desconocen, pero cuyas probabilidades de viabilidad estarán ya al albur de la aritmética y quizá de los propios deslices y agravios internos que los dos aspirantes en liza vayan dejando por el camino.

De momento, los dos candidatos ya autoproclamados nos aseguran con el mismo grado de convicción y firmeza que su detergente es el que lava más blanco y vienen a copiarse y contraprogramarse las mismas promesas y a augurar grandes cambios y renovaciones que no echaron de menos cuando estaban en el gobierno y en la comisión ejecutiva. Su estrategia comunicativa, por el contrario, no siempre ha sido la misma. Cierto es que los rupturistas redactores de “Mucho PSOE por hacer” se desmarcaban tajantemente de las políticas que ellos mismos habían protagonizado, mientras que los de “Yo estuve allí” no renegaban tanto de su propio pasado inmediato. El único asunto, no obstante, que ha saltado al debate de forma que los dos candidatos tienen muy complicado decir lo mismo, es el de la cuestión territorial, tanto del Estado como del partido. Frente a la necesidad de un cierto giro hacia un partido unido y coherente y no tan disperso territorialmente, dardo lanzado por Rubalcaba a la militante de un partido hermano que no quiere ser el PSOE, la audaz respuesta de Chacón, en un amago digno de su maestro José Luis, hoy en el limbo, ha sido sacarnos un árbol genealógico en el que no falta comunidad autónoma ni pedanía con la que no esté emparentada. Así, ya nadie pondrá en duda que una hija de andaluz, nieta de castellana y aragonesa pueda ser presidenta de una España unida, pero plural. No sabemos cómo explicará su falta de pureza de sangre cuando tenga que contárselo a los depositarios del hecho diferencial de Convergencia y Esquerra, pero siempre podrá alegar sus servicios al catalanismo y al Estatut para que no la tilden de xarnega, pues, además, ha nacido en Catalunya.

Pero el asunto territorial es una cuestión que se deberá abordar en serio en el Congreso, tanto en la estructura interna del partido como en la necesaria reconducción del título VIII de la Constitución, especialmente inviable en el actual contexto europeo de control del déficit y especulación sobre nuestra deuda soberana. Como otras cuestiones de fondo que deben estar en nuestra agenda:

1. El papel del Estado de Bienestar en la sociedad actual.
2. Modelos de crecimiento económico y de políticas para responder a la crisis del euro, la especulación de los mercados y la estabilidad presupuestaria.
3. Criterios sobre el gasto público y la protección social.
4. Señas de identidad de la socialdemocracia en la Europa del siglo XXI.
5. Relación del partido con sus votantes y simpatizantes y con el conjunto de la sociedad en los intervalos entre elección y elección.
6. Funcionamiento interno del partido:
a. Toma de decisiones y trabajo en equipo.
b. Formas de articular la participación interna.
c. Selección de líderes.
d. Comunicación con la sociedad.
e. Listas abiertas, incompatibilidades, limitación de mandatos.

Todo esto no se puede hacer deprisa y corriendo, sin implicar a muchas personas en la discusión, sin contar con la gente, con ocurrencias de última hora. En la agenda de los que han tomado las decisiones ha primado la urgencia de contar con una nueva Comisión Ejecutiva que hiciera frente a las elecciones andaluzas con una sensación diferente a la de un gobierno cesante e interino encabezados por un líder y un vicesecretario desaparecidos en combate. También el hecho de que dejar pasar marzo podría provocar –si el resultado del PSOE en las autonómicas es adverso y pierde el gobierno- una disgregación notable en las agrupaciones y federaciones de Despeñaperros para abajo que haría más imprevisibles los resultados del Congreso Federal.

Si partimos del hecho de que no es pertinente precipitarse en cubrir el vacío de liderazgo del PSOE como necesidad mayor del partido en la dificilísima coyuntura en la que va a iniciar su nueva andadura, no se justifica que el debate interno y participativo (al que se alude vagamente en todas las promesas de cartón-piedra de los dos flamantes candidatos) quede tan jibarizado que hechos tan esenciales para nuestro futuro como analizar por qué hemos perdido, qué pasa en nuestro contexto internacional más condicionante, qué podemos hacer para presentar una alternativa creíble y atractiva a la derecha gobernante global y local y cómo actuamos interna y externamente apenas ocupen una línea entre los titulares sobre Fulano y Mengano. A los dirigentes salientes se les ha reconocido en los días de vino y rosas que eran maestros en la administración política de los tiempos. Pero los tiempos con los que se ha convocado este congreso federal obedecen a estrategias y cálculos que poco tienen que ver con lo que un partido como el PSOE necesita en este momento crucial de su historia.

Por eso, no les falta razón a quienes solicitan un aplazamiento de la reunión del máximo órgano del PSOE, que probablemente no prosperarán en su propósito. El Congreso, tal como está planteado, va a cerrar la elección de la ejecutiva. El resto de tareas que hacen falta quedarán aplazadas –quizá sine die- como asignaturas pendientes. Algunos comentaristas lo han definido, en estas circunstancias, como un congreso de transición. Pero no sabemos ni cómo ni a dónde va a transitar. Sí intuimos que nos espera una travesía del desierto en la que con viejos mimbres tendremos que construir un producto nuevo que haga frente a una de las peores crisis del capitalismo mundial, en esa Europa por la que tanto suspiramos durante años y que hoy nos hace contener el aliento ante un galopante pesisimismo, la incertidumbre, el miedo y la resignación colectivos. De ahí que no podamos conformarnos con un congreso alicorto que sólo reestructure el poder interno y se preocupe de consolidarlo y ampliarlo en los sucesivos ámbitos territoriales.

No nos podemos conformar de nuevo con la visión cortoplacista –todo se pega- con la que los protagonistas inmediatos de esta historia quieren salir del atolladero, y así seguir haciendo política con minúsculas.