domingo, 21 de noviembre de 2010

ZAPATERO, PATÉTICO LÍDER INTERGALÁCTICO



Observen con qué gracia, salero y desenvoltura se mueve el presi por las
cumbres de los mandamases. Tiene un aplomo y una gracia que ni Cantinflas, Peter Sellers, Louis de Funes, Mister Bean o Paco Martínez Soria.

En un aparte del avión le dijo a un asesor: las cumbres internacionales no son para mí. Un estudio de TV, con un plató y un locutor a mi medida, un acto con la puesta en escena y el decorado adecuado, dirigido por un fiel. Hay escenarios en los que Zapetero se queda sin telegenia –como cuando nos quedamos en blanco, y lo vemos perdido, casi sonámbulo entre la niebla.

Y en esta última cumbre las imágenes son demoledoras como evaluación de nuestro presidente y la sensación que proyectan sus hazañas en los foros internacionales, en los que su crédito político cae en picado, es literalmente patética. Y para ese crédito ya no hay banca, bolsa ni ninguna entidad financiera que le vaya a prestar nada. Zapatero está a punto de no creerse que es el líder. Y que ya sólo queda el usufructuario de ciertos resortes que sí sabe utilizar, pero que ya reman contra un viento en contra demasiado fuerte como para poder manejarlo igual que en los tiempos de bonanza.

Es que al no saber ningún idioma extranjero, no tener chuleta ni ningún asesor que le haga los papeles, el genio del talante está como un pulpo en un garaje. Y esta calamidad es el que toma las decisiones, no sólo transmite esa imagen internacional de que estamos dirigidos por un chiste sin gracia, sino que a los nacionales les causa estupor saber en manos de quiénes nos encontramos. Sus movimientos sobre los escenarios pertenecen a los gags más cruelmente cómicos del cine mudo: un personaje deslavazado y zangolotino que se mueve torpemente por el escenario provocando una triple y siempre incómoda sensación de comicidad, pena y vergüenza ajena. Y todavía podemos sufrir algo peor que estos numeritos: una nueva reedición de sus famosas ocurrencias. El presidente es un zombi, un muerto viviente, que, de vez en cuando, repite sus discursos progre-horteras-cursis-posmodernos-pretenciosos-vacuos, modulados por una entonación mal impostada y una dicción no muy brillante. Le falta luz y serenidad en la mirada y los evidentes estragos de la tensión y el estrés en el deterioro de sus rasgos faciales preludian el crepúsculo y probablemente el hundimiento; lo grave es que con él nos podemos hundir también todos los demás. El vídeo es para difundir: es una imagen en movimiento, elocuente. Es un retrato despiadado del líder acabado que nos lleva a la deriva. Y España no puede ir con estas credenciales y estos mandatarios a los foros internacionales. Por mucho que haya apoyado las expulsiones de gitanos de Sarkozy, por mucho que se haya bajado los pantalones ante los más rancios gerifaltes de las finanzas internacionales, no ha logrado ser aceptado como uno más en las reuniones de los mayores: la percepción que da Zapatero en la esfera internacional es de insolvencia, de que le faltan dos cocciones y de no ser de un líder sólido ni creíble. Zapatero no es icono de nada que no sea un programa de humor: es un político amortizado. No puede marcar el camino ni de una buena gestión, ni de modernizador ni representar ningún polo ideológico. No inspira confianza. Pasada su etapa de gloria efímera, en la primera virginidad naïf del repliegue de las tropas de Iraq, tras la comprobación de la inconsistencia incoherente de sus erráticas decisiones, Zapatero no es referente de nada. ¿El que recorta sueldos, congela pensiones, abarata el despido es de “izquierdas”? ¿El que sigue despilfarrando en gastos superfluos y permite que lo hagan otras administraciones es serio y riguroso? ¿El que se va de Iraq y luego se queda en Afganistán a quién contenta, salvo a Obama? ¿El líder de la potencia descolonizadora del Sáhara conoce lo que allí ha sucedido los últimos treinta y tantos años? ¿Asume la historia de su país y del partido que dirige? ¿Alguien sabe qué piensa hacer para luchar contra el paro, contener el déficit, vigorizar y encauzar la economía, aumentar la producción, promover la financiación de PYMES y medianas empresas? Sabe algo el presidente de lo que le espera –más bien se lo huele-, pero no cómo afrontarlo. En principio, su idea es simular, no rendirse, hacer como si nada. Aguantar el chaparrón y vendernos una moto, a ver si alguien se la compra. Zapatero quizá nos dé todavía alguna tarde de gloria, puede intentar remontar con la eutanasia, las relaciones iglesia-estado o buscándole al PP sus miserias y sus talones de Aquiles. Pero está realmente muerto: nada de lo que lo elevó a las alturas sigue en pie. La inercia política y administrativa permite que los cadáveres se paseen por la corte o el palacio, sólo que, al ser muertos vivientes, tienen su fatal destino escrito y su discurso es pura psicofonía. Sólo lo salvaría un milagro. A ver si en la entrevista con el pontífice le pidió alguno –por caridad con el desahuciado- para que el Santo Padre pudiera apuntarse un tanto en las gestiones para su propia beatificación. Y a ver si era sólo un fenómeno sobrenatural el que le pedía a Su Santidad para salir del atolladero en el que no encuentra la salida de emergencia. ¿Recuerdan el lema de la campaña electoral de 2008? Motivos para creer.

jueves, 18 de noviembre de 2010

ROMANCE DE LA SEÑORITA TRINI Y EL REY MORO



Según informa EL CONFIDENCIAL , Trinidad Jiménez ha sido apartada de las negociaciones para solucionar de una manera pacífica la crisis de El Aaiún. Marruecos no ha querido reunirse con la nueva ministra de Exteriores por su condición de mujer.


Mari Trini, Mari Trini
Reina de la progresía,
Pese a tantos disparates,
Has llegado hasta la cima.
José Luis te ponderaba
Y no sólo por ser tía.
Valoraba el timonel
Tu melena y tu sonrisa.
En ti pensaba el gran líder
Por tu impagable valía.
Por tu áurea juventud
Pese a tu falta de chicha.
Te mandaba ir a las manis
O luchar por la alcaldía,
Y es que Gallardón el grande
Te trituró. Pobrecita.
No saliste de alcaldesa,
Pues te dio una tunda fina
Alberto Ruiz Gallardón,
Del PP y del Grupo Prisa.
Mas no le importa el desastre,
Sigues en la ejecutiva.
De ministra del gobierno,
a las primarias irías.
Y con el voto secreto
Tomás ganó por la mínima.
Pero el leal José Luis
Pensó elevarte a la cima.
Sacrificó a Moratinos
Te dio la cancillería,
¡Qué ministra más molona!
Jamás ella pensaría
Que iba a llegar a ser jefa
Quien también fue suspendida
En las pruebas para cónsul,
o embajadora bendita.
¡Qué imagen más superguay!
Diputada progresista,
Mujer de cuota y pancarta,
Moderna y eficacísima.
En sanidad dejó impronta
Contra la gripe dañina.
Gastó miles de millones
Que pronto se tirarían.
Pero era la number one
En consenso y en sonrisas
¡Qué proyección fabulosa!
Por su foto la querían.
Es tan grande su prestigio
Que las encuestas la admiran.
Aunque eso de poco valga
Cuando muerde la jauría.
Qué suerte la de la Trini,
Después de ser la vencida,
José Luis la recupera
De nuevo para ministra.
Dispuesta a conocer mundo,
Con su chupa y su sonrisa.
Sin duda es que es la mejor
De todas las elegidas
La derrota de Madrid,
Que fue batalla aguerrida,
Dejó el mal sabor de boca
De un comentario machista.
Y es que don Alfonso Guerra,
El de la lengua temida,
Al compararla con Gómez,
La tildó de señorita.
Esto provocó protestas,
Indignaciones con ira,
Palabras que no perdonan
Las más duras feministas
¡Qué difícil ser mujer
En la contienda política!
Mas la Trini sigue firme,
Con su gracia y muy crecida.
En Exteriores veremos
Cómo es su sabiduría.
Cuando el destino aparece
Con crueldad que castiga
Y los clarines guerreros
En el Sáhara rechinan.
El Polisario proclama
Estado de rebeldía
Y las tropas de Mohammed
entran, con alma homicida,
en la ciudad del Aaiún
y siegan múltiples vidas.
La represión continúa,
La revuelta la aniquilan.
El precio de este conflicto
Se torna en carnicería
Suenan las voces de alarma,
De apoyo, calor y estima
A un pueblo indefenso y pobre
Cuya población se esquilma,
Cuyo futuro se cierra,
Cuyo final se adivina.
El gran jefe Zapatero
quiere la cosa tranquila.
Son grandes los intereses
Que unen a la monarquía
De Mohammed y Hassan
Con la España progresista
Los saharauis estorban,
Como muchos lo temían.
El sentir de toda España
Se compadece e indigna
Del maltrato insoportable
Del régimen alauita.
Por las calles de Madrid
Se oye el rumor y la ira:
¡Sáhara libre! reclaman
Frente a tanta tiranía.
A la mani va la peña
A hacer oír sus consignas
Sólo se ausenta allí el PSOE,
Cuyo jefe está en la China
O en Corea, pero lejos,
Otra vez se va de huida.
Ante tanto descontento,
España moverá ficha.
Para ver si esto se calma
Y el arduo clima suaviza.
La razón de Estado vence.
Así de dura es la vida.
Hay que hablar con el rey moro.
Que manda, dispone y pita
Sólo queda doblegarse,
Cerrar la crisis deprisa.
Que esta bronca se solvente,
Que se cierren las heridas.
Si bien el rey no desea
Recibir a una ministra.
Hete aquí que los jefazos.
De las hordas marroquinas
Dicen que no, que no jodas,
Que una mujer ni en la vida
Que la guerra es para hombres
Y también en la política.
Que en el Magreb no hay costumbre
De que las damas decidan.
Sólo aceptan a un varón
para estar en la movida.
Para las damas existen
Otros lugares, queridas.
Frente a este veto de machos,
retrógrado y troglodita,
¿Qué dicen las de la cuota,
Las airadas feministas?
¿Dónde están sus aspavientos,
dónde está su moralina,
Cuando todas nos exigen
Hablar de niños y niñas?
Dejadlo en manos de Alfredo,
Rubalcaba es una mina,
Un prodigio, una lumbrera,
Una cabeza curtida.
¿Y la Trini dónde está?
Pues de florero, hija mía.
Cuando llega la verdad,
No hay damas en la partida,
Y nadie se llama a escándalo
De cómo se discrimina
A la mujer sin tapujos
En esta nueva política.
Pues Zapatero es pragmático
Y amoral. ¿No lo sabías?

lunes, 15 de noviembre de 2010

PUIGCERCÓS, UN BERLUSCONI A LA CATALANA




En la imagen, Carod Rovira inflando un globo


Leemos en EL PAÍS la andanada del dirigente de “Esquerra Republicana de Catalunya”, el inefable Puigcercós, contra andaluces y madrileños a cuento de la ya cansina historia de que hay territorios que pagan más impuestos y otros que reciben más beneficios que no merecen. No hay forma de meter en la cabeza de un nacionalista que los impuestos los pagan las personas físicas o las sociedades, no los territorios. Pero aparte de esta observación, conviene recalcar que lo único para lo que sirven estas tendencias disgregadoras, centrífugas y patrioteras de estos irresponsables es para fomentar el odio y la discordia. Persisten en la línea xenófoba y llena de estereotipos propia de una extrema derecha que usa etiquetas pseudoprogresistas para esconder el carácter paleto y fascistoide que han tenido siempre todos los nacionalismos agresivos.

Por otro lado, en un sistema fiscal justo y progresivo, lo justo sería que quienes más ingresaran, pagaran más. Y que recibieran en mayor cuantía los más necesitados del erario público. Es decir, que aparte de falaces y falsas, las palabras de este insigne líder nacionalista, rezuman un concepto zafiamente insolidario, más propio de los retrógrados del “Tea Party” que de quienes utilizan la marca de “izquierdas” porque tiene más caché entre cierto público, aunque lo que signifique está por ver.

Pero lo que más cansa de este tipo de declaraciones del líder de un partido que lleva años gobernando en Cataluña con el PSC-PSOE y los restos del naufragio del PSUC, es que son una forma de eludir su responsabilidad en la gestión del tripartito. Nada dice este adalid de la demagogia al peor estilo de Jean Marie Le Pen de los despilfarros de su compañero de partido, el inenarrable Josep Lluis Carod Rovira, con el bochornoso dispendio de sus embajaditas, auténticas canonjías en las que incluso tiene de paniaguado a un hermano en París. Razón tienen los que han calificado de “casta parasitaria” este abuso de gastos superfluos en las administraciones a costa de los contribuyentes, que son los que pagan el sueldo y demás injustificables despilfarros de los beneficiarios de esta forma tan familiar de entender la política. ¿Por qué no habla de los resultados de la gestión del tripartito? ¿De cómo está la educación pública, de cómo han avanzado en la convivencia democrática, de qué van a hacer para parar la desindustrialización de Cataluña, de la infinita corrupción de su clase política, por citar sólo algunos ejemplos?

Es más cómodo buscarse un enemigo exterior. Lo que resulta incomprensible es que un partido como ERC, que en cualquier democracia sería calificado de populismo fascistoide y considerado como unos bisoños hooligans del debate político, que pueden superar todos los límites del ínfimo nivel intelectual de la vida pública, hayan sido interlocutores y socios para garantizar la gobernación y la gobernabilidad de España, así como para sacar adelante importantes leyes cuya inspiración disgregadora e insolidaria pueden ser un germen de un virus nefasto del que nos va a resultar muy difícil curarnos en el futuro.

Una ojeada al blog de este ilustre padre de la patria nos aportará aún más argumentos para ser conscientes del cáncer que suponen personajes de este jaez.

Y Artur Mas, el “hereu” de Jordi Pujol, condena las formas, pero no el contenido del discurso de Puigcercós. Al fin y al cabo, los respetables y honorables representantes del nacionalismo catalán llevan décadas manteniendo los mismos sofismas y propagando el mismo veneno. Con notable impunidad y sin haber pagado el precio que deberían haber pagado por ello.

sábado, 13 de noviembre de 2010

LAS HORAS BAJAS DEL LÍDER Y EL SÁHARA

Sábado, 13 de noviembre de 2010



Pese a todos los esfuerzos por eliminar testigos del lugar del crimen, la opinión pública tiene noticia de que la situación en el Sáhara occidental es cada vez más trágica, tras la cruenta represión infligida por la policía y el ejército del Reino de Marruecos. Y frente a esta tragedia las respuestas internacionales son tibias, cuando no de una conformista e hipócrita aceptación de los hechos consumados de todos conocidos: la anexión territorial por la fuerza y el lento pero inexorable genocidio.

La habilidad de los despóticos monarcas alauitas y el cinismo de los intereses creados para blindar los cimientos de su poder nos han llevado estos 35 años a que el pueblo saharaui vaya a pasar a la historia como el perdedor y el injustamente abandonado de un triste episodio de la Historia contemporánea de España, metrópoli de la administración colonial, que literalmente dejó tirados a los habitantes del antiguo Sáhara español en un momento crítico, de extrema debilidad e incertidumbre como fue la artificial y prolongada agonía del dictador Franco. Paradojas del destino quisieron que fueran los estertores del militar africanista el momento propicio y oportuno aprovechado por el astuto Hassan II para lanzar a su pueblo a “La Marcha Verde” con la intención de evadirse de sus asuntos internos y cumplir con un sueño imperial de expansión territorial, con inmisericorde y despiadado desprecio por los habitantes de las nuevas tierras conquistadas.

España tiene una gran responsabilidad histórica en este desafuero. Cierto es que los gobiernos democráticos recibieron una envenenada herencia en unas relaciones bilaterales complejas y arduas, en las que se ha combinado la claudicación ante la tiranía de los reyes de nuestro vecino del sur con ciertos equilibrios en los foros internacionales. El alineamiento incondicional del gobierno de Zapatero con Marruecos, presentado como una contraposición con las tensas relaciones que mantuvo su antecesor en el cargo no es más que una muestra del simplismo intelectual de un presidente y un equipo literalmente no preparados para el desempeño de tan difícil misión. Una vez más ha demostrado una escandalosa incompetencia, esta vez con un coste mediático superior al de otros errores garrafales.

Ahora que la represión del déspota Mohammed arrecia de forma sanguinaria es cuando se hace más patente la insoportable levedad política de Zapatero y los desatinados consejos de su escudero Moratinos en el Magreb y aledaños. La ministrini, por su parte, ni sabe ni contesta. Y cuando sale a intentar recomponer la figura tras comprobar que ya no lideran ni la pancarta narcisista y alegre, se refugia en una retórica tan enlatada como carente de credibilidad. Pocas veces en los últimos tiempos España había hecho el ridículo de forma tan clara y había comparecido como cómplice de un atropello tan brutal contra el pueblo saharui como ha hecho –está haciendo- ahora. Mirando hacia otro lado y apelando a la prioridad de nuestras relaciones diplomáticas como coartada de tanta omisión culposa.

En la manifestación de hoy sábado se ha escenificado un hecho insólito: en una causa como la del Sáhara han estado todos menos el PSOE, que fue, desde 1975, el partido que más trabajó por poner en el tablero político al entonces desconocido Frente Polisario. Luego en 1982, en el gobierno, no se les dio a los saharuis el reconocimiento diplomático del que sí han gozado otras legaciones de estados no reconocidos como tales. Sí se le dispensó un cierto apoyo dentro de España. Pero nada más, pues en la política internacional los saharauis ya eran los perdedores de la película, con quienes no era rentable salir en la foto ni hacer negocios. Se puede achacar oportunismo, electoralismo y lo que se quiera en la presencia de la mani de este sábado de quienes, cuando pudieron, no movieron un dedo por la causa que ahora dicen defender. Pero que la única ausencia de una protesta tan necesaria y evidente sea la del partido en el gobierno en una contestación que tiene todo el apoyo y la simpatía de la sociedad española es un tristísimo exponente de la soledad de las políticas del presidente, cada vez más perdido, sin un discurso que marque un recorrido desde la palabra al pensamiento o al destinatario. Cada vez más solo, desconcertado y zombi, después de haber traicionado todos los principios teóricamente defendidos y después de haber transitado por todos los senderos hasta enfangarse en el peor de los oportunismos y en un camino que ya no lleva a ninguna parte, pero que no le va a hacer tirar la toalla mientras pueda seguir maniobrando y utilizando todos los resortes del poder. En esta última etapa Zapatero ya ha escogido la vía que él entiende pragmática con el fin de ser reconocido en las cumbres internacionales a las que ha acudido como un mudo aislado considerado frívolo, bisoño y falto de un par de hervores. Para escoger finalmente la sumisión a los poderosos de la banca, las finanzas, la política internacional, como antes hizo con los nacionalistas y ciertos lobbies mediáticos, dejando en la estacada a aquellos a quienes se había comprometido a defender.

El quedar en la soledad más absoluta menospreciando la sanguinaria represión del país invasor contra un pueblo inerme bajo la más pragmática, cínica y amoral de la prioridad de las relaciones con Marruecos, en un momento en que los españoles esperan que el gobierno haga algo por el indefenso pueblo saharaui, nos devuelve a través del espejo la mueca de quien todo lo confiaba a la imagen, en especial a la proyección de un pedigrí telegénico, buenista y juvenil. Las nimiedades solemnes de quien hace no mucho pudo vender un halo de posmodernidad, progresismo y retrogauchismo hoy suenan más a hueco que nunca cuando trata de que sus conciudadanos entiendan que no se puede molestar al sátrapa porque el enjambre de intereses compartidos con él está por encima de unos incidentes que se han magnificado y a los que le resulta hoy muy incómodo responder. Es que no sabe cómo. Es que se ha creído lo que le soplaba al oído Moratinos. Y ahora repite unas consignas que se estrellan con la incomprensión de una opinión pública que puede recordar la profética frase de los días de vino y rosas: “El poder no me cambiará”. ¡No sólo en economía nuestro ayer audaz y hoy sumiso presidente necesitaba dos tardes!





Domingo, 14 de noviembre de 2010

Leemos el domingo en Público una noticia sobre cómo Zapatero quiere cortar debates sobre el Sáhara en el PSOE. Disciplina, pragmatismo, prohibido debatir. ¡Toma talante!